martes, 9 de diciembre de 2014

Lego 42029

Una de mis pasiones ha sido desde siempre la mecánica: una selección de las piezas adecuadas, un montaje meticuloso y las tareas más insospechadas resultan fáciles de realizar para el ser humano. 

Desde los últimos años 70 del siglo pasado, LEGO ha estado al lado de futuros (hasta 16 años, rezan las cajas de sus juguetes), y frustrados (esta afición, por suerte o por desgracia, no tiene edad), ingenieros, mecánicos, inventores... La línea Technic, que comenzó con algunos engranajes y simples ladrillos agujereados para poder pasar ejes en los que hacerlos girar, permite hoy en día las creaciones mecánicas más espectaculares: desde vehículos deportivos hasta maquinaria pesada, pasando por los Grandes Cacharros de Bolas (Del acrónimo anglosajón GBC: Great Ball Contraption), en los que diferentes construcciones modulares se enganchan unas a otras según unas normas establecidas para, de las maneras más variopintas, transportar pequeñas pelotas plásticas en una cadena sin fin.



Incluso, alumbrando la actual centuria, la marca danesa asombró al mundo con su línea de robótica Mindstorms, basada en ladrillos con un procesador integrado y programables para emplear actuadores de acuerdo con la información recibida de otros que incorporan sensores de varios tipos (luz y color, ultrasonidos, contacto, temperatura...). Esta línea es totalmente compatible con el resto de piezas LEGO, pero especialmente interesante para mezclar con Technic en los aparatos más sorprendentes:


Ni que decir tiene que estos conjuntos de robótica sacaron a la marca de la profunda crisis en la que se hallaba sumida, vendiendo más que cualquiera de las líneas de producto que pagan licencia (Star Wars, Harry Potter, Pirates of the Caribbean, Lord of the Rings, Super Heros, etc.).

Pues bien, con la malsana intención de haceros comprender, al menos un poco, por qué un tío hecho y derecho juega con ladrillos de plástico, hoy os traigo a revisión una caja Technic de buen tamaño y estética espectacular. Unas mil pequeñas piezas componen esta "Camioneta Personalizada" (según la denomina el fabricante) de aspecto bastante agresivo y que cuenta con suspensión independiente en ambos ejes, un motor simulado de seis cilindros en "V" que transmite la potencia al eje trasero a través de un diferencial de planetarios libre, dirección desde un mando encima del techo de la cabina y, como colofón, una caja de cambios que permite usar un sólo mando para realizar dos funciones diferentes, controlando el manejo del cabrestante delantero o el volquete de la parte trasera. Además, es posible motorizar estas dos funciones sin apenas nada más que añadir la caja de pilas y el motor, así como un par de LEDs para iluminar el camino desde los focos superiores. Vamos con ello:

El modelo que nos ocupa perfectamente podría representar
este precioso Toyota Hilux

La caja es estéticamente espectacular, de un cartón de buena calidad e impecablemente impresa. No podía ser de otra manera, LEGO vende un producto de lujo a un precio elevado:



Por la parte delantera nos muestra el modelo principal junto a un gráfico que explica las funciones principales, y por la trasera enseña el resto, un esquema de la motorización y el modelo secundario, cuyas instrucciones pueden descargarse de la web. Muy bonito, pero una vez abierta, cortando un par de etiquetas adhesivas en la solapa, encontramos que sólo está llena en aproximadamente un 60%, si descontamos el aire almacenado en las bolsas de piezas:




El contenido es de tres bolsas de gran tamaño que contienen las piezas grandes, con las que definiremos las estructuras, dos medianas y cuatro pequeñas con los conectores que usaremos para unir todo y, finalmente, dos bolsas pequeñas con todo tipo de remaches, empleados para unir todo entre sí. También hallamos los cuatro neumáticos, de buen tamaño, aunque un poco justo para el modelo en cuestión, más los dos manuales de instrucciones y una lámina con pegatinas de buena calidad:


Aquí nos encontramos otro de los problemas largamente achacados al fabricante: entre tanto maremagnum es posible que durante el transporte el papel se dañe. LEGO lo sabe, y por eso en los modelos estrella incluye una bolsa con un cartón, dentro de la cual van empaquetados los libros ¿Por qué no en todos? Haciendo honor a la verdad, es raro que cosas como esta ocurran, pero cuando ocurren... duele:




Por suerte el servicio de atención al cliente es excelente, y puedes pedir que te envíen unos nuevos a casa, sin coste alguno. Como no es bueno abusar de un servicio de este nivel yo he puesto los míos a planchar:

Esperemos que la poción mágica ayude...
Y comenzamos la construcción, no sin antes haber ordenado todo el material. Esto es útil de cara a no tener que andar buscando piezas removiendo en un cajón, con el consiguiente escándalo. Si, como muchos de los aficionados a esto, vais a construir de madrugada... imprescindible:

Aprovechando las instrucciones digitales
disponibles en la web de LEGO
ahorramos espacio en la mesa,
 y podemos dejar planchándose las
que vienen en papel.
Comenzamos armando el puente trasero. Es un sistema sencillo, con un bastidor central y dos paralelogramos deformables a base de unos brazos en "H" de buena longitud (para hablar de un modelo de LEGO). Este sistema mantiene muy bien la pisada de la rueda sobre el asfalto, pero peca de poco robusto, por lo que es raro verlo en camionetas como esta en la realidad, que suelen usar un puente rígido:


Continuamos el montaje con el mecanismo que hará bascular el volquete. El sistema Technic actual, a diferencia del originario, más parecido a los ladrillos de toda la vida y en el cual íbamos construyendo de abajo hacia arriba, superponiendo capas, obliga a construir de dentro hacia afuera, por lo que si armamos primero el chasis completo no podremos encajar este módulo a posteriori:


Y aquí lo tenemos, ya integrado en la parte trasera del bastidor:


Observamos que los amortiguadores traseros encajan con cierto grado de compresión, lo que no es especialmente bueno: en un vehículo real deberían encajar en extensión, y comprimirse al apoyar la camioneta en el suelo. Hay piezas que llevan el muelle más blando, quizá los daneses deberían haber mirado mejor su catálogo.

Pueden verse los topes que limitan el recorrido. En principio no serían necesarios, los palieres de la transmisión dan juego para bastante más, pero quizá forcemos demasiado el enganche; o sencillamente, ya había bastante diferencia de altura entre la parte delantera y la trasera, como veremos:


Hora de armar una caja para la cremallera de la direción, que incluimos poco a poco en la parte delantera del chasis. La caja 42029 incluye algunas piezas de nuevo cuño, como unos bastidores en forma de "I" que permiten un diseño muy compacto:


Aquí la tenemos, con el cortafuegos justo detrás de donde se alojará el "motor". Podemos observar el reenvío del mando de dirección, que irá encima de la parte trasera del techo:



Y por fin unimos todo. Ya nos podemos hacer una idea aproximada del nada desdeñable tamaño del cacharro:


El motor es un viejo conocido de los seguidores de la marca, aunque bastante adornado con algunas piezas estáticas que simulan las trompetas de admisión:


En este punto quiero hacer algunas observaciones. Generalmente un vehículo como este consta de un bastidor central al que se anclan en primer lugar los elementos de suspensión, más tarde el motor y la transmisión y por último se atornilla la carrocería. Si bien hace treinta años los modelos Technic no aportaban la complicación mecánica de hoy en día, si es cierto que daban a quien los armaba, niño o adulto, una buena idea de cómo funcionaba un coche y qué elementos lo conformaban. Echo de menos una mayor modularidad, al estilo del antiguo 8448, que sobre una misma base y con no demasiado trabajo permitía montar diferentes carrocerías, incluso variar de una a otra la posición del motor. Tomen nota, señores de LEGO.

Vamos con la cabina, que incluye la caja de cambios:


Aquí se aprecia el eje que hará de entrada de fuerza en el caso de añadir un motor eléctrico. Más adelante veremos el bien pensado sistema para montar y desmontar éste sin esfuerzo:


Los asientos, si es que se les puede llamar así, son "regulables" en inclinación. Vamos, que van montados sobre un eje con fricción y puedes dejarlos más o menos fijos en la posición que más te guste. El volante, como es habitual en el siglo XXI, también es de pega:


Los remaches rojos bajo el piso servirán para anclar la cabina al chasis. No todo en este aspecto es negativo, se nota un cierto esfuerzo por hacer las cosas bien, pero ni el orden de las instrucciones ni el resultado final lo terminan de reflejar:


En este punto deberíamos montar la carlinga, pero la idea de un chasis completo, con las ruedas en su sitio y nada sobre él me llama demasiado la atención. Monto el puente delantero:


Y me estrello contra el diseño del aparato: si lo monto sobre el chasis sin anclar antes el motor, luego me será imposible sujetar éste en su sitio. Vamos allá:


Y esto es lo mejor que he podido conseguir:


Una vez sujeta la cabina y armado el cabrestante (que por cierto, tampoco se puede extraer sin desarmar medio coche), hay que reconocer que el aspecto es fantástico:


Y aquí el morro, con sus faros y su rejilla. Es físicamente posible sujetarlo directamente a la cabina y luego poner todo en su sitio, pero no con mis dedos: el reenvío de fuerza al cabrestante queda demasiado escondido para anclarlo a la caja de cambios. Quizá un niño lo tenga más fácil (el que no se consuela, es por que no quiere):


Y aquí os enseño el anclaje del motor eléctrico: con soltar los tres remaches rojos podemos colocar un engranaje con embrague, para no dañar nada con los fines de carrera. Tras eso solo queda encajar el motor en su sitio y echar la caja de pilas tras los asientos. Y aaaaaa jugarrrrrr...



Únicamente nos queda colocar las taloneras y sujetar en su lugar la caja trasera. El aspecto sin ésta es más espectacular, si cabe, que con el modelo finalizado:



Como siempre hasta ahora, no nos es posible armar por completo el volquete y luego fijarlo al camión, hay que ir paso por paso:


Y por fin...



Terminamos la tanda de fotos con unos pequeños detalles:

Mando para funciones especiales,
y selector del cambio
Cabrestante

La defensa delantera, casi lo único modular del coche
Asientos "regulables" y volante de pega


El vano motor, con el V6 y mucho aire

A modo de resumen:

Pros:
- Estética: muy muy lograda, a pesar de que las ruedas le quedan un poco pequeñas (para ser una personalización).
- Funcionamiento: impecable, gira y maniobra con gran suavidad, la suspensión no genera roces extraños de los neumáticos y las funciones adicionales se manejan con facilidad y no demasiado lentamente (mal común en los modelos de LEGO); la caja de cambios es suave y de buen tacto.

Contras:
- Exceso de altura en la parte trasera, o defecto en la delantera. El caso es que el coche queda "echao p'alante" de una forma un tanto extraña. Si quitamos la caja trasera apenas se nota, incluso le da un punto de agresividad extra; pero completamente armado se nota que algo falla.
- Falta de modularidad: creo que en ese aspecto se podía haber trabajado más y, aunque siempre está bien dejar algo de trabajo a la imaginación del constructor, hubiese sido instructivo.

Nada más por hoy, sólo un pequeño premio para quien haya aguantado el tostón: si he logrado despertaros la curiosidad por los vehículos de LEGO, echaréis un ojo a los modelos de Fernando Benavides, alias Sheepo. La tecnología de la automoción, desde el bastidor tubular de un Caterham 7 hasta la caja de cambios PDK de un Porsche, no tiene secretos para este maestro del Technic. Disfrutadlo.

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